Adaptarse también puede ser divertido, libre y lleno de color

En La Nonna, entendemos el periodo de adaptación como un tiempo de descubrimiento, no de espera. Es el momento en que los niños comienzan a conocer su nuevo entorno, a sentirse seguros, a confiar y a disfrutar de las primeras experiencias compartidas. Y qué mejor manera de hacerlo que pintando con los pies.

Sí, los peques del aula de 2-3 años se atrevieron a dejar los pinceles a un lado y a usar sus pies como herramienta de arte y exploración. El suelo se convirtió en un lienzo gigante, y la pintura en un territorio por descubrir. Entre risas, música y asombro, fueron sumergiéndose en la experiencia: al principio con un poco de cautela, después con entusiasmo… y finalmente con una libertad absoluta.

Cada paso dejaba una huella de color, un trazo único, una emoción. Las sensaciones eran intensas: el frescor de la pintura, la suavidad del papel, el cosquilleo de moverse descalzos. Una propuesta sencilla, pero profundamente rica, que permitió expresar, soltar, conectar y disfrutar.

En La Nonna creemos que adaptarse también significa sentirse libre para explorar. Por eso, acompañamos este proceso con experiencias que despiertan los sentidos, fomentan la confianza y permiten que cada niño se exprese a su ritmo, desde el juego y la curiosidad.

💬 Aprendemos mientras jugamos.

💬 Nos adaptamos mientras sentimos.

💬 Y sí, ¡nos manchamos de felicidad!

Porque aquí, la infancia se vive caminando… sobre pintura, sobre emociones y sobre todo aquello que nos hace sentir vivos.